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Ella era tan estrecha que tuve que detenerme por un momento, dejando que su cuerpo se ajustara al mío. Siento sudor escurrir de mi frente y entre mis gemidos se escapan ligeras sonrisas de alegría y placer, siento ya el éxtasis llegar y arqueo instintivamente mi espalda.

Mujer 57 años Perfil verificado. Poco a poco todo lo que me rodea vuelve a la vida: escucho nuevamente los sonidos del jardín, el ruido de los coches al pasar y los típicos crujidos de los viejos muebles de madera.